Uno de los conceptos mas significativos al observar la calidad de un cuero es fijarse en la flor. Para eso hay que mirar de cerca la superficie de la piel del sofá y hacernos la siguiente pregunta ¿Se ve el poro de la piel?
Si se ve el poro será un síntoma de naturalidad, y lo más probable es que estemos ante una piel plena flor. Es decir que no ha sido esmerilada, rectificada etc... El esmerilado de la piel hace que el poro deje de ser visible.
Seguramente os preguntareis por qué comento "lo más probable es que estemos ante una piel plena flor" y no afirmo con rotundidad: "estamos ante una piel plena flor". La respuesta es porque algunas veces a las pieles esmeriladas le aplican una plancha de grabado imitación poro.
PORO NATURAL vs PORO GRABADO
¿Cómo distinguir el poro natural y el grabado? Una pista puede ser la regularidad, si estamos ante un poro natural percibiremos cierta irregularidad en el poro. En tanto que cuando estamos ante un poro grabado, veremos una uniformidad total que nos sugerirá que estamos ante una piel esmerilada y grabada.
La piel plena flor tiene un tacto mucho más agradable y envolvente, además su poro natural hace que sea transpirable haciendola mucho mas confortable.
En resumen si observamos el poro en el cuero, y ese poro tiene un caracter natural (irregular) estamos ante una piel plena flor... y debemos admitir que hoy en el mercado se ve muy poquito poro en el cuero. Sin embargo en las tiendas de muebles debemos insistir que nos enseñen sofas de cuero de plena flor, no de flores corregidas donde se ha perdido la esencia de la piel.